Por José Angulo
Psicólogo clínico
Psicoterapeuta en Biogestalt y dinámica grupal
Actualmente en proceso de formación como Psicoterapeuta Somático en Biosíntesis
el
poder de la INTENCION está antes que
el de la confianza
Me
supone todo un desafío transmitiros de la forma más clara y concisa posible en
unas pocas líneas lo que significa e implica seguramente la clave más
fundamental, a mi modo de ver, para conducirse con la mayor libertad posible…pero
bien, vamos a los granos de los granos:
En primer lugar, intención
y conciencia van dadas de la mano, la intención le pone dirección a la conciencia, cuanto más
clara la conciencia, tanto mejor definido el foco donde queremos colocar ésta, es de aquí que surge la
intención, y ésta a su vez imprime de
fuerza a nuestros actos conscientes y dirigidos. Es lo que tradicionalmente
se ha llamado, la fuerza de voluntad.
Llegados aquí, ya hago una
primera distinción con la fuerza de voluntad: la intención cuanto más
consciente y por tanto pura, menos requiere de esfuerzo voluntario.
Este, la mayoría de las veces, exceso de voluntarismo, está preñado de una de
las concepciones a mi entender más equivocadas y dañinas que provienen de lo
más hondo de nuestras raíces culturales: que todos los logros y más cuanto más
importantes, son imposibles de alcanzar si en el camino no se suda, llora y sangra…quien más, quien
menos, nos encontramos impregnados de esta visión del mundo, y ello también es
revelador del desconocimiento que sufrimos acerca de cómo realmente funciona el
mundo, y más en concreto de cuando ponemos
intención en algo…
Desde dicha concepción, las
más de las veces, la intención acaba identificándose con deseo, anhelo,
inquietud, y la frontera que delimita estos sentimientos con la desesperación y
todo lo que supone dependencias y apegos, es peligrosamente tenue, nada más
lejos de respirar aires de libertad, verdad?.
Ni siquiera cuando se plantea
como un acto de confianza o de fe, estamos
haciendo justicia a lo que verdaderamente implica la intención, aquí aún de
manera sutil, sustentamos la intención en una base en la que necesitamos creernos que podemos…que podemos tener derecho a elegir y lograr (lo
que quiera que sea). No os parece que esto tiene un tufillo de fondo a
miedo y a duda?...Por supuesto, aplicad si queréis lo dicho hasta ahora a algo
que haya ocurrido o esté ocurriendo en vuestras vidas y sacad vuestras propias
conclusiones…Os invito también a visionar los que no lo hayáis hecho, o los que
sí una vez más, el vídeo que colgué para el anuncio de este artículo
Entonces, en qué consiste en
esencia la INTENCION?:
En primer lugar, y cuando
surge un deseo, si éste no cuaja en una acción
concreta, se queda en el mero componente fantasioso del deseo, por
ilusionante y entusiasmante que éste sea, acaba muriendo infértil, muchas de
las veces de manera frustrante, si no le acompaña el empuje de la intención.
Entonces, tenemos el deseo
que ha de tener continuidad en una acción concreta (comportamental o mental), y
además con determinación, no en un
sentido emocionalmente hablando, arrojado, valiente, impulsivo, contrafóbico
diría yo, porque de esta manera nos volvemos a meter en el terreno de la “falsa
confianza” a la que antes aludía. Luego, cual es la actitud que se ha de tratar
de mantener en una intención que queramos que sea lo más pura posible?; la
IMPECABILIDAD, esta impecabilidad se traduce en unas acciones realizadas con
una determinación que sólo pueden provenir del CONOCIMIENTO, un conocimiento
fehaciente, de mente y cuerpo, acerca de
cómo funcionan digamos, ciertas leyes del
universo, dicho conocimiento nos evita perdernos y confundirnos en la parte
de nuestra emocionalidad negativa, la que en esencia tiene que ver con toda la
serie de apegos y aversiones que nos
caracterizan. E intentar conducirse así, para nada significa, caminar por la
vida sin pasión alguna, yo diría más bien todo lo contrario, y aquí me permito
el lujo de personalizar: los que elegimos este camino, lo hacemos con la
motivación de la auténtica pasión de
QUERER SABER Y CONOCER LA VERDAD…y esto, aún llevado con cuidado, nada tiene
que ver con la frialdad o la emocionalidad plana. No se me pasa ni por asomo
hablaros sobre mi visión acerca de esas leyes universales en un artículo, haría
falta todo un libro como poco, cosa a lo cual me acabo animando…jaja
Pero para detallar algo más,
lo que sí haré será tomar como referencia un ejemplo cercano para mi en estos
momentos, el concepto de campo de
intención de la Biosíntesis. Para entendernos de forma resumida, cuando piensas
enfocadamente, es decir, con atención y
conciencia y sin emocionalidad perturbadora, en conseguir un cierto
objetivo, es más que probable que éste no se quede sólo en la intención mental, sino que de alguna
manera más o menos precisa se materialice…toma ya!, pues así es, los que
conozcáis la ley de la atracción y
hayáis comprobado algo en este sentido, estamos haciendo alusión exactamente a
lo mismo.
En un contexto terapéutico
resulta extraordinariamente útil, cultivar la intención de determinadas
maneras, en función del tipo de persona a la que estamos ayudando, la manera en
que pensamos y respiramos cuando estamos junto a ella, le hablamos, la miramos,
la tocamos…todo ello hecho con la mayor y mejor intención posible, os aseguro
que acaba moviendo/movilizando a la persona en la dirección deseada, pero cómo,
cómo, cómo…?, quizá os estéis preguntando aún algunos.
Os vuelvo a animar a echar
un vistazo a las antiguas y sabias tradiciones: los budistas hablan de fe convencida (basada en el conocimiento
profundo y experimentado), en el chamanismo
se habla de la impecabilidad misma…y entre las “nuevas” que se refieren también
a lo mismo, como no, la física cuántica
y sobre todo el principio de la
construcción/creación de la realidad: en lo que nos concierne, podemos
decir muy básicamente que cuando ponemos intención en algo, literalmente lo creamos, no
necesariamente a un nivel físico, pero con una intención mantenida en el
tiempo, es más que seguro que se manifieste en el plano físico de algún modo.
Os comparto para terminar,
una reflexión que particularmente la siento de enorme belleza: los físicos,
como ya sabréis, han descubierto que al observar el comportamiento de las
partículas subatómicas que componen cualquier materia, éste era aparentemente
aleatorio hasta que se dieron cuenta de que dependía
de la actitud del observador mismo!...pues bien, pongamos por ejemplo un
electrón, asimismo se sabe que si lo agrandáramos al tamaño por ejemplo de un
edificio, hallaríamos espacio en su inmensa mayoría, puro espacio en continuo movimiento, y tanto espacio a ese nivel
infinitesimal qué puede estar significando? Me pregunto, y me contesto
apasionadamente; espacio justamente para
crear la/mi realidad, tal como si de un infinito y fértil campo se tratara, con
el arado de mi intención siembro entonces las semillas de la energía de mis
pensamientos, de mis elecciones, para que fecunden y germinen en los frutos que
yo siempre quise tener…frutos con sabor a LIBERTAD
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