Por José Angulo
Psicólogo clínico
Psicoterapeuta en Biogestalt y dinámica grupal
Actualmente en proceso de formación como Psicoterapeuta Somático en Biosíntesis
Aproximadamente el 50% del tiempo que uno está despierto tiene el cerebro distraído, sin centrarse en nada concreto, con ensoñaciones. Podría pensarse que esos momentos son relajantes, pero algunos estudios han demostrado que cuanto más deambula el cerebro, menos feliz es la persona. El área que se activa en esos instantes 'inactivos' es la Red Neuronal por Defecto (DMN, según sus siglas en inglés) y se sabe que está relacionada con el déficit de atención y los trastornos de ansiedad, entre otros. Un nuevo trabajo indica que la meditación altera esta zona y beneficia el estado general.
Investigadores de la Universidad de Yale han observado mediante resonancias magnéticas las áreas del cerebro que se activan cuando se medita. El estudio, que se publica en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), evaluó a gente que llevaba una década meditando y la comparó con individuos menos expertos en esta práctica.
Se
centraron en tres tipos distintos de meditación: la
concentración -basada en la respiración y en las
sensaciones que provoca en el cuerpo-; la meditación del
amor/amabilidad -que consiste en evocar el sentimiento de
deseo hacia alguien y utilizarlo para uno mismo y para sentirse mejor
y recurre a la repetición de frases como 'Puedo ser feliz', etc-, y
la de conciencia sin elección -que pide centrar la
atención en aquello que pase por la mente, sin tratar de cambiarlo o
pensar en otra cosa-.
En
todas estas modalidades, los meditadores mostraron un descenso de la
actividad en la Red Neuronal por Defecto (DMN) -que se
encuentra sobre todo en la corteza cingular posterior y prefrontal-
en favor de la Red orientada a las tareas (TPN, en
inglés), que es aquella que se pone en marcha cuando se quiere
conseguir un objetivo. Además, cuando entraba en funcionamiento la
DMN se activaban a la vez otras áreas que no entraban en juego en
aquellos que no meditaban.
Este
efecto se vio tanto durante la meditación como en los periodos de
descanso, lo que para los investigadores indica que las personas
que meditan durante muchos años desarrollan una nueva red neuronal
por defecto en la que hay una mayor conciencia de uno mismo y del
presente y menos ensoñación.
Futuras implicaciones
"La
meditación ya había mostrado sus capacidades para ayudar a dejar de
fumar o a sobrellevar mejor ciertas enfermedades, pero conocer su
funcionamiento en el cerebro amplia el rango de implicaciones
clínicas que puede tener", admite a ELMUNDO.es Judson A.
Brewer, psiquiatra y coordinador del estudio.
Los
autores reconocen que el trabajo tiene limitaciones. La principal es
el tamaño de la muestra, ya que participaron sólo 12 personas
expertas en meditación y se compararon con 13 personas no expertas.
Sin embargo, consideran que ha sido útil para demostrar que "la
Red Neuronal por Defecto se puede alterar, lo que abre mucho
las posibilidades de investigación".
A
la vista de sus resultados, Brewer tiene claro el consejo que daría
a sus pacientes: "que empiecen a meditar ya. Incluso con
dedicarle unos minutos al día podrán comprobar sus beneficios a
largo plazo".
COMENTARIOS
Poco
se puede decir ante tan rotundos como esclarecedores hechos, no puedo
evitar volver a relacionar la antigua con la nueva sabiduría y
constatar una vez más que como se suele decir, “ya todo está
inventado”...el conocimiento auténtico
es un conocimiento innato o connatural, desde que el hombre pone a su
servicio lo mejor de sí mismo, acabará encontrando inevitablemente
las mismas verdades, una y otra vez...personalmente he de decir que
esto me supone una gran alegría y esperanza.
Por
ejemplo, en lo que se refiere a este artículo, las principales y más
antiguas tradiciones dicen de la meditación que su esencia es la NO
DISTRACCION, la no distracción de la
conciencia, manifestada ésta a lo largo del
continuo cuerpo – mente y empleando para ello muy diversos métodos
de meditación provenientes del chamanismo, sufismo, budismo, etc.
Para
terminar quisiera compartiros un bello poema, tan sencillo como
profundo y que a mi entender ejemplifica maravillosamente todo lo
mencionado, de Longchenpa, uno de los maestros más importantes del
budismo tibetano de todos los tiempos que vivió en el S. XIV
“…No
alteres, no alteres,
No
alteres esta mente tuya.
No
te aferres, no te aferres,
No
te aferres a esta mente tuya.
Si
manipulas y manipulas, removerás
las turbias profundidades de la mente,
Y
una mente manipulada oscurece su propia
naturaleza
verdadera…”
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