viernes, 9 de octubre de 2015

ASÍ FUNCIONA NUESTRO CEREBRO CUANDO MEDITAMOS


Por José Angulo                                                                                                   
Psicólogo clínico
Psicoterapeuta en Biogestalt y dinámica grupal
Actualmente en proceso de formación como Psicoterapeuta Somático en Biosíntesis

Muchos son los beneficios que aporta la práctica de la meditación, entre otras cosas reduce la ansiedad, el estrés y nos ayuda a impulsar nuestro bienestar emocionales. Pero, ¿qué pasa en nuestro cerebro mientras meditamos?


 Un equipo de investigadores de la Universidad de Oslo (Noruega) ha querido dar respuesta a esta incógnita mediante un experimento con 14 participantes que practicaban meditación no directiva, concretamente el método Acem, cuya técnica no utiliza la concentración, sino que permite que los pensamientos espontáneos fluyan durante la meditación.
 El estudio, publicado en la revista Frontiers in Neuroscience, explica que todos los voluntarios fueron sometidos a imagen por resonancia magnética, tanto cuando estaban descansando como cuando practicaban tanto meditación basada en la concentración, como la no directiva. Los investigadores descubrieron que cuando los participantes practicaban meditación no directiva tenían mayor actividad cerebral en las áreas asociadas con el procesamiento de pensamientos y sentimientos que cuando estaban descansando. Sin embargo, al practicar la técnica de concentración, la actividad cerebral de los sujetos era prácticamente la misma que cuando descansaban.
 Estos hallazgos sugieren que la meditación no directiva “permite más espacio para procesar los recuerdos y las emociones que durante la mediación basada en la concentración”, afirma Svend Davanger, líder del estudio.
A mi también me sugiere importantes implicaciones a la hora de la práctica psicoterapeutica, no os parece?...

LA MEDITACIÓN PODRIA CAMBIAR NUESTROS GENES

La práctica de la meditación, aparte del beneficio psicológico, provoca una sensación de relajación física en nuestro cuerpo. Un estudio de la  Universidad de Wisconsin-Madisonha (EE.UU.) ha mostrado indicios que los efectos de este estado de abstracción mental podrían ir más allá de la distensión muscular, al generar una alteración en la expresión de nuestros genes. Se trata del primer trabajo científico en abarcar esta temática.
 Para obtener esta conclusión, el equipo analizó los efectos de un día de meditación consciente en un grupo de sujetos aficionados a dicha práctica en comparación con otro grupo de control que realizaba otro tipo de actividades silenciosas. Las observaciones mostraron una serie de alteraciones moleculares en los primeros tras el desarrollo de la actividad, en concreto una baja regulación de los genes  RIPK2 y COX2 implicados en el proceso inflamatorio, que conlleva una rápida recuperación ante una situación estresante. Los autores aseguran que se trata de una evidencia de que la práctica de la meditación desencadena alteraciones epigenéticas en el genoma. De hecho, como explica Perla Kaliman, autor principal del artículo e investigador en el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IIBB-CSIC -IDIBAPS), donde se llevaron a cabo los análisis moleculares, "los cambios más interesantes, se observaron en los genes que son los objetivos actuales de los fármacos anti-inflamatorios y analgésicos".
...Para que después haya algunos que digan que NO SE PUEDE CAMBIAR A NIVEL ESTRUCTURAL Y PROFUNDO...

LA MEDITACIÓN REDUCE LA ACTIVIDAD CEREBRAL RELACIONADA CON EL DOLOR

Muchos de las personas que sufren dolor dicen sentirse bastante aliviados a través de la práctica de meditación. De la misma forma, algunos meditadores dicen no sentir dolor cuando se encuentran inmersos en ese estado e incluso lo demuestran clavándose alfileres mientras meditan.
 Pero, ¿por qué meditar puede reducir o eliminar la percepción del dolor? Y más aún, ¿cómo se explica eso a nivel cerebral? Un reciente artículo de la revista Frontiers in Psychology (2014) nos resume de forma clara los hallazgos de diversas investigaciones sobre los efectos cerebrales de esta práctica en relación a las vías de procesamiento del dolor.
 Según escriben Hiroki Nakata y otros colaboradores japoneses, los trabajos más recientes han utilizado técnicas de neuroimagen como la resonancia magnética funcional o la magnetoencefalografía para averiguar cómo la meditación produce esa reducción del dolor, estudiando sus efectos en el cerebro.
 Según cuentan, tras revisar las publicaciones, su hipótesis es que la meditación reduce el dolor porque disminuye la actividad neural de diversas áreas implicadas en el procesamiento de la señal dolorosa. Concretamente se trata de la corteza cingulada anterior, la ínsula, la corteza somatosensorial secundaria y el tálamo.
 Curiosamente, los años de práctica y el tipo de técnica de meditación son variables importantes a considerar. Según parece, el ejercicio ‘Open Monitoring’ atenuaría más actividad neural dolorosa que la práctica de la atención centrada (Focused Attention), incluyendo el sistema límbico, muy importante en las emociones. Por otra parte, cuantos más años de experiencia, más cambios a nivel cerebral.

LA RISA FUNCIONA EN EL CEREBRO COMO LA MEDITACIÓN

¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando nos reímos? Un reciente estudio afirma que la risa provoca unas ondas cerebrales similares a las que tenemos cuando hacemos meditación.
 El estudio, llevado a cabo por la escuela de medicina de la Universidad de Loma Linda en California (EEUU) incluyó una pequeña muestra de 31 voluntarios cuyas ondas cerebrales fueron monitoreadas mientras veían vídeos sobre estas tres temáticas: humor, espiritualidad y terror. El examen de los resultados determinó que los vídeos humorísticos producían un alto nivel de ondas gamma, que son las mismas que provocan el ejercicio de la meditación, según los investigadores.
 Los vídeos espirituales estimulaban las ondas cerebrales alfa, análogas a las que se producen mientras dormimos o estamos en reposo. Por último, los vídeos perturbadores, provocaban ondas cerebrales planas, como cuando una persona se encuentra en una situación en la que no desea estar.
 Los investigadores afirman que se trata de resultados preliminares, pero “lo que esto significa es que el humor en realidad involucra una experiencia total en el cerebro similar a la meditación y que, con la risa, es como si el cerebro recibiera un entrenamiento. Y este efecto es importante porque permite ser capaz de pensar con mayor claridad, tener pensamientos más positivos y conciliadores y ser capaces de tomar decisiones clave en nuestra vida de una forma más serena ”, afirma Lee Berk, líder del estudio.

MEDITAR REDUCE LOS ATAQUES CARDIACOS

Los pacientes con enfermedades cardíacas que practican meditación trascendental para reducir el estrés tienen una tasa de muertes, ataques al corazón e ictus un 50 por ciento menor que la de aquellos que no meditan, según un estudio realizado por investigadores del Medical College de Wisconsin, en Estados Unidos y publicado en la revista 'Archives of Internal Medicine'.

En un ensayo clínico que se desarrolló durante nueve años, los investigadores siguieron la evolución de un total de 201 pacientes afroamericanos, con una edad media de 59 años de edad, cuyas arterias se habían estrechado. Los participantes fueron divididos en dos grupos, uno que practicó técnicas de meditación trascendental y otro que recibió clases de educación en salud sobre los factores de riesgo tradicionales para sufrir problemas cardíacos, como dieta o ejercicio físico.

Según el director del Instituto de Medicina Natural y prevención de la MUM, Robert Schneider, estos resultados son los efectos más fuertes documentados que se producen por una intervención cuerpo-mente en relación con las patologías cardiovasculares. Así demostraron que la meditación trascendental -una técnica para reducir el estrés- reduce la probabilidad de morir, de sufrir infartos de miocardio no mortales e ictus no mortales en un 47 por ciento.

Sencillamente IMPRESIONANTE!!!...

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